¿En qué consiste el pre-operatorio?
La importancia del postoperatorio es fundamental para garantizar el éxito del procedimiento que se realizó al paciente. Sin embargo, el preoperatorio también es crucial para proveer la preparación correcta antes de la cirugía.
¿En qué consiste el preoperatorio?
Antes de cualquier intervención quirúrgica, es importante que el médico y el paciente tengan un chequeo previo para verificar antecedentes médicos, enfermedades, alergias, patologías, entre otros. De esta manera se garantiza la seguridad del paciente durante y después de la intervención.
La visita a otros especialistas (cardiólogo, endocrinólogo, hematólogo, entre otros) también podrá ser sugerida por el cirujano para confirmar posibles afecciones.
El preoperatorio suele tener lugar un mes antes de la cirugía.
La información que podría ser requerida por parte del paciente es:
- Antecedentes médicos (del paciente y de sus familiares)
- Alergias. A medicamentos u otros factores externos.
- Estilo de vida del paciente (hábitos, dietas, etc).
- Medicamentos. Si los usa actualmente o cuáles ha usado.
- Patologías o enfermedades actuales.
- Estudios y/o exámenes previos.
Un exámen físico también ayudará a determinar que el paciente se encuentre en óptimas condiciones de salud, o para identificar alguna anomalía y poder tratarla antes de la cirugía.
La exploración física podría incluir:
- Chequeo de cabeza y cuello.
- Chequeo de tórax y abdomen.
- Chequeo de extremidades (brazos y piernas)
- Chequeo de las cavidades (vaginales, rectales, bucales, oídos)
Esta información le será útil al cirujano al momento de intervenir, debido a que, previamente tendrá conocimiento de las condiciones en las que se encuentra el paciente para, si es necesario, atender cualquier complicación que pueda presentarse, garantizando que se tomarán todas las medidas que protejan su salud e integridad.
Es posible que unos exámenes de sangre o un electrocardiograma también sean necesarios para obtener información adicional.
La comunicación cirujano/paciente es primordial. El paciente debe sentirse cómodo y confiado y el cirujano debe ser claro al momento de informar sobre el procedimiento que se va a realizar.
La cita con el anestesiólogo de igual manera será fundamental. El personal a cargo de la anestesia tendrá acceso a su historia clínica para conocer su historial médico y prever todos los posibles riesgos al momento de administrar la anestesia (ya sea local o general). De este modo, se podrá actuar correctamente de manera inmediata si el paciente llega a presentar alguna reacción al medicamento para dormir.
El profesional informará si hacer ayuno es necesario. En algunos casos son suficientes 6 horas de ayuno, pero dependiendo de la cirugía y la condición médica, se determinará si es necesario y cuántas horas son las requeridas.
Cada cirugía requiere una preparación diferente. Los cuidados y la información sobre la alimentación después de una liposucción no serán los mismos que para una rinoplastia o un procedimiento no quirúrgico como el Radiesse.
Siempre agendar consulta con un cirujano experto en el área será el mejor camino para asegurar que el procedimiento realizado será 100% seguro. Garantizar la salud y la seguridad es una prioridad al momento de cualquier intervención médica.